Los equipos de
trabajo, para ser más eficientes, eficaces, productivos y competitivos,
necesitan estar dirigidos inteligentemente.
Un equipo competitivo está liderado por un profesional inteligente,
que dirige las acciones de los miembros del equipo pensando y sintiendo.
Tenemos muy claro, y asimilado, que la inteligencia cognitiva,
asociada únicamente a la razón, bajo cuyas órdenes está la lógica, la
reflexión, y la acumulación de datos, es necesaria para llevar a cabo un
proyecto con un equipo de personas. Lo que no tenemos tan claro es que
las emociones (las nuestras y las de los demás) bien gestionadas, puedan
ayudar a un directivo a ser más productivo, más rentable en su gestión
organizacional.
A la capacidad para conocer y controlar las emociones (propias y
ajenas), se le denomina INTELIGENCIA EMOCIONAL.
La gestión adecuada de las emociones, potenciando las positivas:
alegría, esperanza, amor, compasión, y disminuyendo las negativas: ira,
miedo, tristeza, culpa; es requisito sine qua non para garantizar el
éxito de una dirección excelente.
Vivimos inmersos en el cambio continuo, en la incertidumbre, donde
las emociones están ocupando el protagonismo que lógicamente les
corresponde.
Para dirigir con inteligencia emocional debemos profundizar y conocer
cuales son las competencias de este tipo de inteligencia:
1.- El conocimiento de las propias emociones (Autoconsciencia).
- El conocimiento de uno mismo, nuestros defectos y cualidades.
- La capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento que aparece.
- La capacidad de autoevaluarse uno mismo de forma objetiva y realista.
- La capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento que aparece.
- La capacidad de autoevaluarse uno mismo de forma objetiva y realista.
2.- La capacidad para controlar las emociones (Autocontrol).
- El autocontrol emocional es el dominio que ejerce la persona sobre
sus reacciones y la expresión de sus emociones.
3.- La capacidad de motivarse uno mismo (Automotivación).
- El control de la vida emocional y su subordinación a una meta,
puede ser esencial para mantener la motivación.
4.- El reconocimiento de las emociones ajenas.
- La empatía, es sentir lo que está sintiendo el otro para comprender
mejor sus sentimientos.
5.- El control de las relaciones (Habilidades sociales).
- Utilización adecuada de la comunicación.
- Relacionarse adecuadamente con las emociones ajenas.
- Relacionarse adecuadamente con las emociones ajenas.
Continuando con la profundización y el conocimiento de la
inteligencia emocional debemos conocer cuáles son sus habilidades
básicas:
1.- Organización de grupos. Coordinar y movilizar los esfuerzos de un
grupo de personas.
2.- Negociar soluciones. Prevenir conflictos y solucionar los
existentes.
3.- Conexiones personales. Asentada en la empatía, básica para el
trabajo en equipo.
4.- Análisis social. Intuir los sentimientos, los motivos, y los
intereses de las personas.
Usted puede preguntarse: ¿Para qué sirve la inteligencia emocional?
¿Qué rendimiento puedo obtener de este tipo de inteligencia? Entre los
beneficios debemos mencionar:
A) La confianza en uno mismo, y la capacidad de alentar el desarrollo
de los demás.
B) La capacidad para liderar equipos
C) La adaptabilidad
D) La motivación de logro
Todos estos beneficios podemos resumirlos diciendo que la gestión de
las emociones nos ayuda a ser más eficientes, y a desarrollarnos
profesionalmente.
En el mundo de la empresa es muy importante optimizar los recursos:
materiales y humanos. Para optimizar estos recursos, no solo hay que
prestar atención al balance y a los activos tangibles. Los activos
intangibles: las expectativas, los valores, las soluciones, los
sentimientos; marcan la diferencia de una empresa normal a una empresa
excelente.
Los responsables de valorar y potenciar los activos (tangibles e
intangibles): Directores, gerentes, jefes de distintas áreas, tienen que
liderar a sus equipos con un estilo de LIDERAZGO EMOCIONAL para
optimizar el rendimiento del capital humano.
El líder emocional:
1.- Crea futuro: apuesta por las ideas que se transforman en hechos.
2.- Aprovecha el tiempo: lo gestiona eficazmente. Piensa que el mejor
tiempo es el que dedica a las personas.
3.- Sabe convencer (Persuadir). Se apoya en un convencimiento propio.
Trata de influir en los demás de manera positiva.
4.- Trabaja en equipo.
5.- Escucha a sus colaboradores. Conoce las necesidades de la gente.
6.- Sabe relacionarse.
7.- Se adapta a su entorno.
8.- Es sensible. Con equilibrio emocional: MENTE Y CORAZÓN.
Muy interesante aporte. El liderazgo es un proceso que implica no solo la capacidad de tomar decisiones, sino la habilidad de desarrollar una cierta estabilidad emocional. Dirigir una empresa no es tarea sencilla por lo que capacitarse adecuadamente es muy importante. Llevar a cabo cursos sobre gestión empresarial ayuda a reducir errores comunes que terminarían por demorar de sobremanera el logro de los objetivos propuestos con anterioridad.
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